El método patentado de utilizar ultrasonidos para estimular las fibras de colágeno y elastina existentes y mejorar el nivel de síntesis de colágeno es exclusivo de este dispositivo. El calor generado en este proceso hace que la piel quede más firme al calentar su capa más profunda.

La diferencia entre el ultrasonido y otras tecnologías utilizadas para este fin es la profundidad de penetración en la piel: mientras que otros dispositivos, que funcionan con tecnología láser o RF, penetran la piel hasta una profundidad de 2 mm, el ultrasonido tiene una profundidad de penetración de 5,5 mm, llegando hasta la capa SMAS.

Se trata de la misma capa que manipulan los cirujanos plásticos cuando realizan una operación de lifting facial. Esto significa que mediante ultrasonidos podemos conseguir el mismo resultado sin necesidad de intervenciones quirúrgicas, sin cortar ni dañar la superficie de la piel, ya que esta tecnología consigue la profundidad de penetración óptima manteniendo la temperatura más adecuada para la síntesis de colágeno. El dispositivo que utilizamos, unido a esta nueva tecnología, consigue un triple efecto de lifting, tensado y reafirmación de la línea mandibular. Se pueden esperar cambios visibles desde el primer tratamiento. No se necesitan tratamientos de mantenimiento.